Un diseño sobresaliente y un panel que cumple su función

La Redmi Pad SE es una tablet con una calidad de construcción superior a lo que se espera por su precio. De hecho, supera en algunos aspectos a la Xiaomi Pad 5, siendo esta una tablet de segmento superior. Está fabricada en aleación de aluminio y no en plástico, tiene un peso notablemente menor respecto a su hermana mayor (478 gramos de peso frente a los 511 gramos de la Pad 5) y, si miramos su frontal, el aprovechamiento del panel es similar al de cualquier otra tablet.

Observando sus laterales no encontraremos lector de huellas: la biometría en esta tablet queda restringida al reconocimiento facial mediante la cámara delantera, una solución no demasiado segura. En el costado derecho encontramos la botonera de volumen, encontrándose el botón de desbloqueo en la parte superior de la tablet. Es una posición muy cómoda para alcanzar el botón con el pulgar cuando la sostenemos en horizontal. Si la tenemos en vertical, recomiendo activar la función de doble toque para despertar la pantalla.
Los altavoces protagonizan la parte inferior y superior del dispositivo, amén del jack de auriculares junto al puerto C. Como curiosidad, apuntar que el jack de auriculares no está centrado, sino que roza el borde de la parte inferior del dispositivo. Alguna razón relativa a la construcción del producto podrá justificar esta decisión, pero a los amantes de la simetría (servidor) puede causarles una ligera inquietud.
Hablando del panel, nos encontramos ante una LCD de 11 pulgadas con resolución Full HD+, tasa de refresco de 90 Hz y un brillo máximo de 400 nits. A nivel de nitidez no es sobresaliente: hablamos de tan solo 207 ppi. Pese a ello, teniendo en cuenta el segmento de la tablet, no tenemos mayores quejas. Podemos reproducir contenido de cualquier plataforma con una nitidez suficiente.

El único punto flaco de este panel es el brillo máximo. 400 nits son algo escasos para visualizar correctamente el panel si nos llevamos la tablet a exteriores. No obstante, estoy convencido en que esta es una tablet de hogar. Un dispositivo que tendremos en casa para uso particular o en familia y que, en caso de transportarse, será también a interiores (bibliotecas, oficinas, colegios, etc.).
El apartado del sonido es espectacular. Ver películas con esta tablet es como estar en un mini-cine
Para rematar los apartados multimedia, destacar que el sistema de cuádruple altavoz bajo firma de Dolby Atmos es sencillamente espectacular. El volumen máximo es altísimo, bastante más de lo que pensaba. Sobre el 70% de su capacidad máxima, ya es más sonoro y contundente de lo habitual. Si sobrepasamos esta barrera, el volumen máximo empieza a destacar sobremanera.

Podríamos esperar una distorsión excesiva al contar con un volumen máximo tan elevado, pero esta no aparece hasta superar el 90%. El trabajo con los graves (el principal punto débil en tablets y teléfonos de gama media y de entrada)
Un procesador que pide más y MIUI con vitaminas

El corazón de esta Xiaomi Redmi Pad SE es el Qualcomm Snapdragon 680, un procesador de gama de entrada (pese a que aún asociemos la gama 600 a la gama media) que cuenta con un par de años en sus espaldas. En mi experiencia anterior con el procesador, le falta algo de impulso para mover con soltura los dispositivos y, en esta tablet vitaminada con tan solo 4 GB de RAM, los resultados son los esperados.
La Redmi Pad SE es una tablet algo perezosa, un poco más de la cuenta incluso teniendo en cuenta su segmento. Al sistema le cuesta abrir con agilidad hasta las aplicaciones más básicas del sistema, como los ajustes, reloj, etc. De hecho, no ha podido ejecutar 3D Mark Stress Test Unlimited, nuestra prueba de preferencia para medir el rendimiento sostenido.
- Geekbench 6: 410 Single-Core/1.418 Multi-Core
- PcMark: 6.614
- CPU Stress Test: 148 Gflops
Con algo de paciencia y teniendo en cuenta sus limitaciones, el uso no conlleva mayor problema, pero estoy convencido de que se le puede sacar un poco más de partido a la potencia del procesador.
Recomiendo encarecidamente apostar por la versión de 6 GB de RAM, la cual no supone un sobrecoste demasiado elevado. 4 GB de RAM no son suficientes en pleno 2023, más aún siendo MIUI una ROM que requiere bastantes recursos.

Sobre MIUI, en esta tablet llega especialmente optimizado. Tenemos un doc inferior al estilo iPad que convence, mucho. En él podemos ubicar las aplicaciones que utilizamos con más frecuencia, dejando el resto del espacio en el launcher para seguir configurando a nuestro gusto. No hay excesivo bloatware, y la versión no podía ser otra que Android 13 funcionando bajo MIUI 14.
Del mismo modo, MIUI for Pad está especialmente pensado para trabajar con ventana dividida. En los ajustes encontramos un apartado específico de «funciones para tablets», en el que encontramos las siguientes: funcionando bajo MIUI 14
MIUI tiene optimizaciones específicas para tablet: un doc inferior, funciones para facilitar la multiventana, modo belleza en videollamadas, etc.
No es un listado abrumador, pero agradecemos que Xiaomi se tome su tiempo para hacer que MIUI cobre sentido extra cuando lo estamos utilizando en una tablet, ya que este suele ser uno de los puntos más débiles cada vez que probamos un dispositivo de este formato con Android en su interior.

Respecto a la autonomía, indicar que al ir a consultar el tiempo de pantalla nos hemos encontrado con un habitual en algunos dispositivos de Xiaomi: no lo mide en los ajustes. Aún así, los cálculos son sencillos: es una tablet que gasta un 10% cada hora de pantalla en reproducción continua. Teniendo en cuenta gasto en reposo, es sencillo sobrepasar las ocho horas de pantalla. La carga es de tan solo 10W, por lo que toca sentarse durante más de hora y media a esperar que cargue.
Una cámara para videollamadas. Otra cámara para lo que quieras

La Xiaomi Pad SE no es un dispositivo orientado a la fotografía. En su parte trasera encontramos un sensor principal de 8 megapíxeles. En el caso de la cámara delantera, la cámara es de cinco megapíxeles. Resolución algo escasa, pero más que comprensibles en un dispositivo que baja de los 200 euros.
La aplicación de cámara es bastante más sencilla de lo que acostumbramos a ver en los teléfonos de la compañía. Pese a ello, es completa y cumple con su función.

Respecto a los resultados son los que podemos esperar en una tablet de entrada con cámara de 8 megapíxeles. Ni más, ni menos. Fotografías para poder salir de un apuro y una cámara delantera que cumple su función en videollamadas, siempre y cuando la luz acompañe.

La cámara frontal, la que utilizaremos en videollamadas, es algo más justa, pero incluso en condiciones interiores es capaz de ofrecer una calidad suficiente. Para reuniones puntuales cumple con su cometido sin mayores pretensiones.
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